dilluns, 30 de juny del 2008

Terres Marjalenques

PERMANENCIA DE LOS MUSULMANES EN MARCHALENES ARRABAL DEL SEPTENTRIÓN DE EXTRAMUROS DE LA CIUDAD DE VALENCIA


JUAN B. VIÑALS CEBRIÁ

Es interesante saber que antes y después de la conquista del Reino de Valencia por Jaime I, la casi totalidad de los moradores del antiquísimo raval de Marjalena/Marchalenes eran musulmanes, y que permanecieron en esta partida marjalenca hasta la aparición del decreto firmado por Felipe III, el día 11 de septiembre de 1609, por el que se ordenaba expulsar a todos los moriscos de todos los reinos de España y a tal fin, el virrey de Valencia dispuso todo. Tomadas las cautelas favorables, mandó publicar un bando el día 22 de septiembre del mismo año, fijándolos en los lugares de costumbre, ordenándose, entre otras cosas que en el término de tres días, a contar desde la fecha de publicación, salieran de esta ciudad y lugares donde vivían, para embarcarse en el punto de donde dispusieran los comisarios para ser conducidos forzosamente a las costas de Berbería. Fueron muchos los expulsados que marcharon al destierro, llevando consigo y en el más hondo de su corazón el dolor de tener que abandonar a la fuerza su querida y amada patria valenciana.

Existen documentos que hacen mención expresa de la permanencia de los musulmanes por estas vegas y huertas, y de lo mucho que tardaron luego en abandonar este “raval”. Por los mismos documentos podemos saber y conocer el empeño y celo religioso que pusieron los padres Agustinos, poderosamente secundados por el patriarca Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia, para que en el año 1604 con toda celeridad se levantara y construyese en la parte izquierda del río Turia, el convento de Santa Mónica, precisamente en el camino de Murviedro por estar este núcleo habitado por un número inferior de árabes a los que moraban en el populoso arrabal de terres marjalenques.

En 1904, el padre Luís María Minguet publicó “Historia del convento de Santa Mónica de Valencia” que reproduce algunos fragmentos del “Tratado de la capitulación de Valencia” donde se puede leer: “Otra de la gran parte de la morisma vivía en los arrabales del margen izquierdo del Turia y se hallaba esparcida por la deliciosa vega, morando en barracas*, alquerías pueblos de señorío, cuyos nombres remontaban su origen al de sus fundadores, ascendientes de los que a la razón se hallaban dedicados a la agricultura, rindiendo vasallaje a sus conquistadores”. La lectura que narra este momento histórico después de terminada la conquista de Valencia por los cristianos, nos demuestra que se quedaron y permanecieron en estas tierras un elevado número de pobladores musulmanes. El mencionado padre Luís María Minguet, como si quisiera remarcar y hacernos saber la tardía presencia de los agarenos en estas huertas; en su citado libro nos ofrece una muy poco conocida descripción de los pobladores de este arrabal de extramuros de la ciudad, cuando en esta ocasión reproduce el relato de unos hechos y circunstancias narrados por fray Jaime Jordán en su completísima obra titulada “Historia de la Corona de Aragón de la Sagrada orden de los Ermitaños de N.P. San Agustín”, donde se nos ofrece una clara y manifiesta diferenciación respecto a los numerosísimos moradores musulmanes residentes en el arrabal de extramuros de la ciudad de Valencia, y la importancia que en la época tenía este populoso arrabal, ya que los historiadores no dudan en considerarle y compararle con Argel, la capital de Argelia, nación africana de la otra orilla del mar Mediterráneo. Esta olvidada y fundamentada realidad histórica hay que agradecer que aparezca publicada en el referido libro ya que nos sirve como una muestra más de la reconocida importancia que en la antigüedad se le concedía a este poblado. Por su indudable valor histórico reproducimos íntegramente el siguiente fragmento: “Los numerosos moriscos que moraban en los arrabales de la orilla izquierda del río fue causa de que los habitantes de Marchalenes se les designase comúnmente con el nombre de moradores de Argel y al arrabal inmediato, o sea la calle Murviedro, se le llamase Argel pequeño o como se dice en valenciano “algeret”.


Otros historiadores en ocasiones nombran moriscos o musulmanes a los pobladores de estas huertas y tierras marjales, que como nos demuestra el texto del padre Jaime Jordán en su mayoría de ellos eran considerados mudéjares, que pasan a ser cristianos al ser bautizados. Estos conversos eran conocidos como nuevos cristianos, pero tenemos que apresurarnos en aclarar que la mayoría de estos bautismos eran forzados y que mayormente se realizaron durante y tras la guerra de las Germanías (1521-1525) La definitiva expulsión de los moriscos de la península se produce, como anteriormente queda demostrado, en 1609. Este gravísimo suceso supuso una de las más dolorosas y trágicas repercusiones para la nación española y en aquel momento, esta traumática decisión supuso el triunfo de la burguesía sobre el campo y el mayor enriquecimiento por la confiscación de los bienes de los musulmanes. Como consecuencia del éxodo que se vieron obligados a emprender los pobladores moriscos, entre otros los de estos arrabales; las fértiles y frondosas huertas que antes eran verde campiña, como espléndidos y hechizador vergel, se volvieron en tierras yermas y abandonadas. Donde antes era vida se convirtió en desidia y pobreza. A este respecto, como queriendo confirmar todo el dolor y la pobreza que había germinado la expulsión de los vencidos. El historiador, erudito y humanista padre Pedro Sucias Aparicio, al tratar el desgraciado y trascendental acontecimiento de la expulsión de los moriscos, que tanto daño y malestar supuso para España. El historiador puso de manifiesto los elementos de la crítica social y económica que se podían realizar, por tan errónea decisión tomada por los Hasburgo, dinastía reinante, que supuso la paralización del normal desenvolvimiento de la nación. El padre Sucias, muy crítico con estos acontecimientos, dejó escrito lo siguiente.- “Las artes mecánicas, la agricultura y el comercio, quedaron como el hombre que se quita la sangre y casi sin vida y sin movimiento, puesto que aquellos habían desaparecido era la clase trabajadora y sin ésta no puede vivir un pueblo” Con respecto a la opinión que merecen los gobernantes de la época tampoco quedan bien librados, por cuanto este historiador dice al respecto.- “España quedó perdida, ocupada por vicios y despilfarros de la administración...gobernada por un monarca amigo únicamente del lujo y las diversiones...”

El descontento de los labradores con la política pro-burguesa de los Jurados era extremadamente manifiesto. Estos deseosos de fomentar el comercio concedían exenciones y privilegios a los importadores y exportadores. El municipio se resarcía con los impuestos directos por lo que se grababan las carnes.

Discurría el año 1663 cuando los regidores ordenaron que los labradores pertenecientes a extramuros tributaran el paso de las carnes lo mismo que lo hacían los vecinos de la ciudad. M. Sanchis Guarner, con su forma tan descriptiva, nos ofrece el siguiente relato acaecido en nuestra barriada.- “Según refiere detalladamente el dietista Agramunt, los labradores se alborotaron el 25 de Junio, donde se juntaron más de seis mil con armas en el llano de Zaidia. El asustadizo traducido del valenciano)

“El Marqués de Camarasa, Virrey y Capitán General del Reino de Valencia, visto esto, les concedió todo cuanto pedían los labradores y firmó los capítulos que ellos pedían...

Al día siguiente, que fue el 26 de junio, volvió el motín de los labradores...que habían cercado la ciudad...porque no estaban contentos con la firma del virrey, sino que habían de firmar los Jurados o que habían de entrar a la ciudad y tomar venganza de todos los que gobernaban la ciudad y acabar con todos.

Visto esto, los SS Jurados se irritaron y juntamente todos los demás de la ciudad. Entonces se junto el Comercio General...y salió decretado...que se diera la pelea contra los labradores, pues eran amotinadores de la Ciudad y Reino”


Como queda demostrado por el relato del profesor Sanchis Guarner, los enemigos de los labradores, sin lugar a dudas, eran los Jurados y la Burguesía. Prosigue.- “I no pas contra el Virrey ni l’Arquebisbe i els aristòcrates terratenients”

Hasta que muchos años después de la crisis de la Germania (1521-1609) se plantea y en parte se consigue en el Reino de Valencia un mejor reparto de la tierra, quedando ésta en propiedades mas fragmentadas que en otros reinos de la península, desapareciendo los grandes latifundios y por consiguiente se pasó a la problemática transición del feudalismo a un bienestar mas equitativo. Apareció desde entonces una mayor y mejor distribución de la tierra y en algunos casos se llegaron a pactos muy interesantes, tanto para el arrendatario como para el arrendador. Y de este entendimiento nació nuevamente el interés por la agricultura y tanto es así que algunos menestrales abandonaron sus oficios de la ciudad para convertirse en nuevos agricultores.

La nueva reactivación y pujanza de la agricultura, unido a la próspera cría del gusano de seda, supuso un nuevo impulso y bonanza para estas huertas, antes abandonadas, y que al cuidarse y cultivar amorosamente, volvieron a ser las fértiles y generosas huertas de antaño. Otro privilegio de este arrabal, era la proximidad de encontrarse junto al poderoso mercado, que es la gran ciudad. Nuestros huertanos, por todas estas favorables circunstancias, eran los primeros en acudir al mercado portando una mercancía atractiva y fresca terminada de “collir”, lo que les permitiría con orgullo presumir de ofrecer lo más fresco del mercado. Si el posible comprador argüía alguna excusa o pequeño motivo para conseguir mejor precio, la respuesta de nuestro huertano marjaler no admitía más comentario. Como una severa sentencia decía: “escolte que son de l’horta de Marjalenes”. No había más que hablar; estaba todo dicho, la calidad de los productos estaba más que garantizada.

Esta bonanza de la agricultura y la crianza del gusano de seda durarían entre nosotros hasta la realización del nuevo engrandecimiento de la ciudad. Más recientemente L. Querol Roso en 1946 describe estas frondosas huertas que tanta riqueza producen y el relato comienza así:
“Todo género de hortalizas y frutales son los productos de esta estupenda zona...Los poblados más inmediatos, algunos ya referidos como Benicalap, Benimaclet, Campanar, Marchalenes, Monteolivete, Orriols, Patraix, Ruzafa, El Grao, Cañamelar, y Cabañal son verdadera continuación de la población de la capital y van quedando poco a poco anexionadas a la hermosa ciudad, corazón de la huerta”

***

Cuando no había transcurrido más de la mitad del S. XVIII, concretamente en el año 1762. La Iglesia se castellaniza en detrimento del valenciano y el Arzobispo Mayoral ordena que en adelante se escriban todas las partidas de nacimiento en castellano, poniendo todos los escritos tal como suenan en valenciano. Tal situación provocó la desfiguración ortográfica de muchos apellidos y topónimos valencianos. Empezaron a deformarlos en los escritos como Chust, Casañ, Dolz, Viñals, y los nombres de ciudades y pueblos como, Picaña, Jijona, etc...Cuando lo verdaderamente correcto era: Just, Casany, Dolç, Vinyals y lugares como, Picanya i Xixona...

En el año 1769 en la ciudad de Valencia se nombran Alcaldes mayores de barrio y el término municipal de Valencia lo dividen en cuatro cuarteles (distritos): Campanar, Benimaclet, Ruzafa y Patraix.

Marjalenes, Benimámet, Benicalap, Beniferri, Tendetes, y otros lugares quedaron incorporados en el cuartel de Campanar.

En ese mismo año siendo Alcalde de barrio Joaquín Fos, es cuando se implanta el servicio de Vigilantes y Serenos, personal revestido de autoridad que prestaba ayuda en caso de necesidad del vecindario, cantaba las horas durante el tiempo que duraba el servicio y custodiaba la propiedad de los vecinos


ROMANTICISMO Y RENAIXENÇA (1833-1868)


La desamortización decretada por Mendizábal el 29 de julio de 18837, no produce el efecto deseado. Los labradores, que son arrendatarios, no acceden a la propiedad de las tierras que trabajan y, por lo tanto, prosigue el malestar entre los empobrecidos contribuyentes. Muestra el descontento reinante acerca de este hecho Sanchis Guarner y que tiene como escenario nuestro arrabal.- “En el verano de 1837, el día 12 de agosto, Carlos V llega a Burjasot y su ejército de vanguardia llega hasta el Plà de la Saidía y otros arrabales de la ciudad de Valencia. Con todo y con eso la Milicia Nacional, ni las autoridades, no perdieron la calma a pesar de la penuria de municiones que padecían, Se parapetaron ordenadamente para la defensa de la murallada Valencia:

Sempre firmes les milicies

Sempre firmes ací dins

I fan fugir els tirans

Més que siga a garrofins”




PRINCIPIO DE DESAPARICIÓN DE LAS HUERTAS


Durante los últimos años del S. XIX y primeros del S. XX es cuando el ayuntamiento de Valencia decide ampliar la ciudad y se realizan las dos Grandes Vías y la avenida de Victoria Eugenia (Reino de Valencia) que en un principio, el proyecto pretendía que llegara hasta la escalera Real del Puerto. Con la aparición de nuevas zonas urbanas y la apertura y trazado de nuevos caminos cunden las expropiaciones por doquier, y la nueva gran ciudad se engulle la mayor parte de las huertas y vegas de este arrabal.

Frente al Monasterio de la Zaidia se acomete y ejecuta la apertura del camino nuevo de Barcelona (avenida Constitución) y varias calles adyacentes hasta el molino de Villacampa. Por el oeste se proyecta y realiza el camino Nuevo de Burjasot o de Líria (Avenida Burjasot) Por la parte norte, siendo alcalde de Valencia don Joaquín Reig Piqué (1884-1885), se abre una gran ronda conocida como Camí Tránsits (Avenida Pesét Aleixandre), su diámetro constaba de doce kilómetros y estaba previsto en todo su recorrido de planchas metálicas destinadas a favorecer el tránsito de los carros. En todo su perímetro había árboles plantados que favorecían la sombra a los viandantes y carreteros. Entre las actuales calles Juan XXIII hasta la Gallano Lluch se encontraba el “femer de Marjalenes”en donde los “fematers” (huertanos) depositaban las impurezas que recogían en sus carros por la ciudad de Valencia y que luego se aprovechaba como abono para la huerta.

Y por si esto fuese poco, durante el año 1887 aún se le esquilman más alquerías y tierras a este arrabal al colocar las vías del ferrocarril eléctrico de Marchalenes a Líria y la instalación de la nueva estación metropolitana con sus correspondientes servicios anexos para el funcionamiento de este nuevo transporte destinado a personas y mercancías.


DESAPARECIDO TODO NUESTRO ESPLENDOROSO PATRIMONIO


Hasta el mediados del siglo XX, aun quedaban verdaderas muestras de la gran obra que supuso la construcción del perfecto sistema de riegos de las vegas y huertos, nada ha quedado del gran patrimonio cultural que nos dejaron nuestros antepasados. Todo ha desaparecido cual si un vendaval hubiese borrado nuestro esplendoroso pasado musulmán en Marjalena, la Zaidia, l’Olleria, i les Tendetes, a diferencia de otros asentamientos de Al Andalus. En nuestro antiquísimo “raval”,todo el patrimonio musulmán que figuraba antes y después de “EL LLIBRE DEL REPARTIMENT” fue destruido o esquilmado, hasta el punto en que se desconoce donde se encontraban el palacio o el alcázar, o los supuestos baños de una reina o rica mora, las mezquitas, los molinos, o los artesanales hornos dels “ollers”, ni los preciosos jardines que en la antigüedad cantaron famosos poetas árabes valencianos, ni ningún edificio, convento, fuente, o retablo que perpetué nuestro pasado histórico. Esta lamentable situación no ocurre solo en Marjalenes. No se salva de esta tropelía ningún arrabal o barrio de la ciudad de Valencia en lo que respecta al ultraje sufrido con el desaparecido y después tantas veces añorado patrimonio árabe-mudéjar o musulmán valenciano.


Con tristeza, añoranza y hasta con reprimida melancolía tenemos que decir que donde antes habían blancas Almunias, cenias, regadas con norias, rahals, alquerías, barracas, alguns molins i llogarets... Donde antes habían frondosas huertas y deliciosas vegas bañadas por las cristalinas y abundantes aguas, provenientes de las siempre caudalosas acequias de Mestalla, Tormos, Rascaña, Braç de Petra, Rambla, i Algirós, y toda aquella extensa y bien trazada red de acequias menores compuestas por rolls, braços, regs, sequiols, bollidor, goleró, llengues i ullals...Donde antes se encontraba “Marjalena horta i marjals de l’antic raval de extramurs de la Ciutat de Valencia”, y por tanto olvido e indiferencia. Concluiremos dando paso al poeta Vicent Andrés Estellés, premio de las letras valencianas, que con tanta frecuencia visitaba este arrabal y que con su apasionado cariño por las cosas de Valencia, escribió lo siguiente en el periódico Las Provincias. Fragmento, que se concretamente se refiere a la popularísima Parreta donde se condimentaban las genuinas paellas valencianas, y al Molino de la Esperanza, lugares típicos de Marchalenes.

“Ara no queda res. Es a dir: ara l’horta ha desaparegut, tot està edificat. La ciutat creix i s’ho menja tot. És un fet, però malgrat totes les comprensions, un fet trist i melancòlic...no queda res...”

FIN



BIBLIOGRAFIA :

J.B.Viñals Cebriá.-«Marchalenes huerta y marjales(...) ».V.14.209,octubre,2ooo.



Article original obtés de: http://blogs.lasprovincias.es/punto-de-vista/2008/6/29/terres-marjalenques

dimecres, 18 de juny del 2008

Valencia sin metrópoli

article de El Pais 16-6-08
La revisión de un Plan General, un proceso ahora mismo en curso en el municipio de València, es la ocasión más adecuada para analizar el modelo de crecimiento urbano vigente y para trazar las estrategias de futuro. Las dos cosas. La segunda, se da por supuesto, es lo propio de un Plan General, pero sin una buena valoración de la experiencia es difícil acertar con la perspectiva. En la revisión del Plan General de València, cuya documentación la bautiza como revisión simplificada, no queda claro si por hacerla simple o por agilizar trámites, se echa a faltar un análisis de los resultados del modelo de desarrollo urbanístico seguido hasta ahora, siendo clamorosa la ausencia de un balance del área metropolitana.

La expansión urbanística no se debe producir consumiendo más huerta
La comarca de L'Horta es ya en mayor medida la metrópoli de L'Horta. Desde hace varias décadas, la imbricación de sus distintos municipios ha llegado a la conurbación por el sur y el oeste. La realidad funcional, económica, de flujos, urbanística, del área metropolitana es indiscutible. Hablar de líneas estratégicas de València y no situarlas en la metrópoli es un ejercicio en falso. Paradójicamente, la revisión simplificada del Plan General se marca como objetivo acentuar la dimensión metropolitana sin que, cuando concreta su diseño, ello tenga ninguna consecuencia significativa.

¿Cómo analizar la perspectiva demográfica del municipio de València al margen del área metropolitana? València comparte su población residente y ocupacional con la de los otros municipios. Existe un flujo constante de habitantes, familias cuyos hijos pasan a residir en poblaciones donde no han nacido, emigrantes que trabajan en la capital pero se han instalado fuera de ella, residentes en la ciudad cuyo lugar de trabajo está en otros municipios... Se ha presentado como una medida razonable del Plan General que comentamos el renunciar a una ciudad de millón y medio de habitantes, cuando la metrópoli ya los tiene y es la realidad urbanística que merece consideración. Así, analizando la necesidad de vivienda desde una óptica metropolitana, se llega a conclusiones distintas a las del documento de revisión. Si hiciese falta más suelo urbanizable para viviendas, podrían construirse en otros municipios. No solo eso, sabemos que así será puesto que vecinos de València se trasladarán a vivir a otros puntos del área metropolitana. Ahora bien, lo más importante es que las necesidades de vivienda de la capital se pueden satisfacer con el suelo urbanizable aún pendiente de ejecutar y con las viviendas vacías existentes, sin realizar más ampliaciones de suelo urbano.

Es discutible que todo nuevo crecimiento construido de la ciudad, toda nueva expansión al fin y al cabo, haya de hacerse consumiendo huerta. Aún no ha sido aceptado que la singularidad de la metrópoli valenciana, además de su frente marítimo y la contigüidad con el Parque Natural de L'Albufera, es que se desarrolla entre la huerta. Y que ésta merece conservarse como pulmón verde, paisaje y recurso activo. La perspectiva de salvaguardar la huerta, e integrarla en un medio urbano, solo parece posible desde una óptica metropolitana dado que las zonas agrícolas son compartidas entre municipios. Nuestro modelo de metrópoli ha de integrar campos en cultivo, espacios cultivados como zonas verdes, paisajes de suelos en producción agraria o, en su caso, forestal. No hay que ponerle mucha imaginación: se trataría de plasmar el criterio de que la expansión urbanística no se debe producir consumiendo mas huerta, algo que no se desprende de la revisión simplificada del Plan General que, de nuevo, propone eliminar (reclasificar) terrenos en cultivo en diversas zonas perimetrales de la ciudad.

A cambio de ampliar el suelo urbano a costa de la huerta, el documento de la revisión promete una protección mejor de la huerta que reste, en un curioso intercambio de favores. El argumento recurrente en todos los casos escogidos (de 20 zonas agrícolas que analiza 13 salen malparadas con la revisión propuesta) es que están muy antropizadas, degradadas y próximas al suelo residencial. No parece muy consistente cuando podría revertirse con facilidad a un estado de recuperación agraria y paisajística, posibilidad que no se contempla, más cuando se reconoce que muchas siguen en cultivo (lo degradado aún está vivo, mientras construir sobre ellas es completar la degradación). Y, en lo relativo a su proximidad a viviendas, es posible imaginar bolsas de huerta integradas como zonas verdes de áreas residenciales, tal y como ocurre con huertas periurbanas en diversas ciudades europeas. En cualquier caso, parecería lógico esperar a la aprobación del Plan de Acción Territorial de la Huerta, prometido por la Generalitat, que puede introducir cierta perspectiva de conjunto -metropolitana- antes de llevar adelante una revisión del Plan general que suprime más suelo de regadío, tal y como se viene haciendo desde hace décadas.

La revisión simplificada se encomienda a la sostenibilidad incluyendo la novedad de un estudio al respecto. Una de las condiciones de lo sostenible (no existe hoy un concepto público más maltratado) es la salvaguarda de recursos del planeta y tanto el parque de viviendas existentes como la huerta lo son. Utilizar los pisos vacíos, muchos de ellos por vender o para alquilar, y apostar por una cultura de rehabilitación de viviendas parece un programa racional, en dirección contraria a las expansiones edificadas. Por su parte, mantener el recurso huerta debe inscribirse en una óptica de su integración como activo cultural y urbano, con una función medioambiental y productiva: las huertas que perviven son y pueden ser el tejido que cosa las distintas tramas construidas que componen el área metropolitana, ya que se integrarían como zonas verdes que tendrían la peculiaridad de campos en cultivo.

Abordar los problemas de vivienda de la ciudad y proteger la huerta, los de infraestructuras y movilidad, exige un punto de vista metropolitano. Y lo que necesita València es un plan de rehabilitación, modernización y mejora urbana, no un plan de expansión.

dimarts, 17 de juny del 2008

Pla d'Acció Territorial de Protecció de l'Horta de València

Hola a tots
El passat 12 de juny va ser presentat el Pla d'Acció Territorial de Protecció de l'Horta. Es tracta d'un pla a un nivell de planificació supramunicipal, igualant l'ordenació territorial d'una zona independentment dels límits administratius (45 municipis). És una molt bona notícia, jo encara no m'he mirat el document, falta vore com es resolen els problemes de l'horta... (infraestructures, moltes d'elles encara per construir; el manteniment de l'agricultura; protecció i manteniment d'elements de valor històric-cultural, natural...). La veritat és que estem massa acostumats a que el poder polític ens venga la moto i aplique iniciatives que només serveixen per a que els seus amics empresaris guanyen diners...però i si aquesta vegada hi ha voluntad de veritat....
De moment, el termini per a participar en el pla comença el proper 23 de juny. Vos adjunte el link a la web de la Conselleria per si vos interessa (ja que sou més valencians d'horta que jo). Es planteja l'organització d'exposicions, jornades, seminaris i tallers paticipatius per a tota l'Horta, donant-li un especial énfasi al paisatge (ara que està tan de moda). És molt probable que vos interese alguna de les activitats programades. Igualment, hi ha enquestes disponibles per a respondre en la mateixa web.

http://www.cma.gva.es/arbdin/indice.aspx?nodo=55703&idioma=C

Per cert, vos sona l'existència d'un riurau o masia amb arcades (16 arcades en concret) a l'horta nord???? (crec que prop d'Almàssera), o en alguna altra zona de l'Horta????

Vaja bé

dijous, 12 de juny del 2008

DESPUÉS DEL CRASH DE LA CONSTRUCCIÓN ¿QUÉ NOS QUEDA?

FINANCIAL TIMES
Spain 2008
After the bust, a time for adjustment
By Leslie Crawford

Published: June 11 2008 05:26 | Last updated: June 11 2008 05:26
Fuente en Financial Times

It is hard to bid farewell to an era, particularly when it has been as dynamic and prosperous as the one drawing to a close in Spain.

The country’s 10-year construction boom is over. It has ended with a crash, rather than a soft landing, because the international capital that funded the house-building spree dried up with the sub-prime mortgage crisis in the US.

A backlog of 1m unsold homes, according to research conducted by the University of Barcelona, will take about two years to clear if, and that is a big if, financial conditions ease up. House sales and mortgage lending are down 40 per cent from a year ago.

Investment in residential housing accounted for 9 per cent of gross domestic product – a much higher proportion than in other parts of Europe – so the knock-on effects of the real estate crash have been severe.

Economic growth slowed to 0.3 per cent in the first quarter of 2008, compared with an average quarterly growth rate of 0.9 per cent in 2007. Consumer spending – another driver of the economy – also weakened, as inflation and higher mortgage bills eroded disposable income.

The intensity of the adjustment has been breathtaking. Spain has gone from being one of the power­houses of Europe to being one of its weakest performers. Two years ago, Spain was creating about one-third of new jobs in Europe. This year, unemployment is rising faster than anywhere else in the EU.

Dominic Bryant, an economist at BNP Paribas, sees the collapse of residential investment lasting several years. “Spain will be flirting with recession during 2008 and 2009,” he predicts.

Funcas – the Spanish savings banks’ foundation – forecasts economic growth of 1.6 per cent in 2008 and 0.4 per cent in 2009.

“The sharp halt in consumption, paralysis in the real estate market, and the international financial crisis mean the rapid decline in economic conditions seen in the first quarter of 2008 will be accentuated in the second quarter,” the foundation says.

It expects unemployment to rise from 9 per cent at present – about 2.3m people – to 12 per cent by 2009.

While some economists – particularly outside Spain – have gone very negative on the country’s prospects, others prefer to see the glass as half full.

Federico Prades, economic adviser to the Association of Spanish Banks, says the current economic slowdown was “inevitable, predictable and desirable”.

“Inevitable,” he explains, “because the growth cycle was in its 14th year and showing signs of exhaustion. Predictable, because of the imbalances in the economy, including a yawning current account deficit of €100bn ($156bn), or 10 per cent of GDP. And desirable, because the end of the construction boom will give way to more sustainable, balanced economic growth.”

Mr Prades believes there are several reasons to feel optimistic about Spain in the medium and longer term. First, public finances and corporate balance sheets are healthy, and therefore in a strong position to withstand external shocks – including record oil prices and the international credit crunch.

Second, much external borrowing has gone to modernise the manufacturing base. Third, the banking system is healthy, thanks to the regulatory prudence of the Bank of Spain, which forbade financial groups to invest in special purpose vehicles unless they were properly capitalised and held on the balance sheet.

Mr Prades hopes a short, sharp shock will allow a stronger, more balanced economy to emerge. A smaller construction sector, lower credit growth and – perhaps – a smaller current account deficit (although that will depend on the price of oil) will all be healthy developments, rather than cause for alarm, he says.

One of the striking things about the current downturn is that it has not been accompanied by bank failures. Another aspect that will stand Spain in good stead is the internationalisation of its economy.

Spain’s top 35 listed companies earned almost half their income abroad last year, according to the Madrid stock exchange.

Mid-sized companies, many family-owned, have also become proficient niche exporters.

The Basque country has developed a successful cluster of high-technology companies that supply the renewable energy industry. Catalonia is trying to create a similar cluster in biotechnology. Valencia has transformed its port into one of the busiest in the Mediterranean, while Zaragoza, which is hosting Expo 2008, the world fair, has promoted itself as a logistics hub on the back of its car manufacturing industry.

These sectors have thrived in spite of – rather than because of – the construction boom, as it took courage to invest in risky manufacturing or exporting ventures when there was easy money to be made in bricks and mortar. These are also the sectors that must thrive if Spain is to return to the 3 to 4 per cent growth rates it enjoyed during the past 10 years.

Spanish businessmen and academics are now calling on the government to bite the bullet on structural reforms.

“Trade unions shouled be persuaded that more flexibility on pay and productivity will help save jobs,” says Jordi Canals, dean of the IESE business school in Barcelona.

“Spain needs to adjust to the end of the boom cycle in two ways: the government has to make public spending more efficient and businesses must be allowed to adjust to the downturn with measures to improve their productivity, which means that wage indexation will have to go,” Mr Canals explains.

“If we cannot do these two things, then I am afraid we will enter the same groove as Italy or France, with years of low growth and falling competitiveness ahead of us,” he says.

The sudden reversal of Spain’s economic fortunes presents an enormous challenge to the Socialist government of José Luis Rodríguez Zapatero, 47, which was re-elected for another four-year term in March.

Mr Zapatero’s problem is how to manage the expectations his government helped create when the economy was booming. During the election campaign this year, for example, Mr Zapatero promised 2m new jobs in the next four years. That target looks difficult to achieve.

The Socialist party also promised to retrain unemployed construction workers, but now that 300,000 of them have lost their jobs, the labour ministry has withdrawn the retraining pledge.

During the years of economic bonanza, the prime minister led Spaniards to believe that Nordic standards of living and social justice were within their reach.

On Mr Zapatero’s watch, a law was approved to raise state benefits for families who look after elderly or handicapped relatives at home. Mothers were showered with “baby cheques” for each newborn infant. Wife beating became a criminal offence, and – during his inauguration speech in April – Mr Zapatero pledged to take his battle against discrimination further by legislating in favour of equal pay for equal work for women.

Mr Zapatero clearly wants to put Spain at the vanguard of social change in Europe.

Too often, however, his bold initiatives have stumbled on poor implementation. Despite the law against wife-beating, domestic violence is on the increase because judges and police do not enforce restrain­ing orders consistently, feminist organisations say.

A 19th century judiciary, in particular, remains a huge drag on society and the economy. The administration of justice in Spain has not entered the computer era: any civil complaint or criminal lawsuit involves mountains of paper files.

Judges clock off at 2pm, and it can take years before cases are heard in court.

A recent strike by court clerks has increased the backlog of unheard cases to 130,000, according to trade unions, and to 50,000 according to the government.

So Mr Zapatero and his finance minister, Pedro Solbes, have their work cut out. It will be far more heavy-going than their first four years, but ultimately, more rewarding, if they manage to put Spain on a more sustainable path of development.
Copyright The Financial Times Limited 2008.



diumenge, 8 de juny del 2008

El Cid 1 Jaume I 0

La figura del Cid se engrandece en Alicante mientras se relega a Jaume I

El PP en la Diputación destina más de 122.000 euros a ensalzar al mítico Cid

EZEQUIEL MOLTÓ - Alicante - 08/06/2008

Las instituciones gobernadas por el PP se han volcado durante los últimos meses en la celebración del 800º aniversario del Cantar del Mío Cid, un poema épico que narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid. La Diputación de Alicante ha sido una de las instituciones que se han puesto al frente de la reivindicación de la figura del héroe y de sus hazañas. Sin embargo, han ampliado y exagerado la influencia y presencia del Cid en Alicante, según coinciden varios profesores consultados que consideran que la conmemoración ha sido más "turística que histórica". Por el contrario, el octavo aniversario del nacimiento de Jaume I, fundador del Reino de Valencia y cuya huella persiste en varias localidades como Orihuela, ha caído en el olvido.

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"El Cid fue negativo y Jaume I, postivo, alabamos a uno y olvidamos al otro"

"La trascendencia de Jaume I sobrepasa cualquier influencia del Cid en estas tierras", apunta José Vicente Cabezuelo, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Alicante. "El Cid fue negativo para nosotros, y Jaume I, positivo, alabamos a uno y nos olvidamos del otro", se lamenta Juan Antonio Barrio, también medievalista de la Universidad de Alicante.

Para celebrar el 800º aniversario del cantar épico del Mío Cid se creó un consorcio integrado por las diputaciones de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel y las tres valencianas que se encargó de trazar unas rutas, hizo congresos, publicó libros y rodó una serie de televisión. Esta conmemoración empezó a celebrarse presupuestariamente en la Diputación de Alicante en 2005, cuando ya se aprobó una partida de 24.000 euros para la constitución del consorcio, en 2006 fueron 36.000 euros y en 2007 otros 30.000. Este año, según datos oficiales facilitados por el PSPV, 1.800 euros fueron para la promoción del Camino del Cid, otros 1.000 euros en obras de señalización y otros 34.042 para el consorcio. En suma, casi 123.000 euros para promocionar un supuesto camino que el Cid no llegó a recorrer.

Los profesores medievalistas se quejan de que esta conmemoración haya sido "más turística y propagandística que real e histórica", según Barrio. "Es más leyenda que historia", afirma Cabezuelo. En la página web oficial del aniversario (www.caminodelcid.org) la ruta del Ramal de la defensa del sur, que comprende las comarcas alicantinas se amplía y extiende hasta Orihuela, Cox o Callosa del Segura, localidades en las que no existe confirmación histórica de que el Cid estuviera por allí; de hecho en la web solo hablan de "influencia" del Cid, pero no presencia. Elche sí que fue un lugar emblemático y "muy importante en el segundo destierro", asegura Barrio, quien lamenta que en la serie de televisión que se ha rodado para la ocasión, con al asesoramiento histórico de José Luis Corral, se haya hecho especial hincapié en los atractivos turísticos de estas ciudades y se silenciaran las huellas y la pervivencia de la corona catalanoaragonesa en Orihuela, donde "pervive más influencia de Jaume I, en edificios donde se conserva la bandera cuatribarrada de la antigua corona de Aragón, que del Cid, del que no se tiene constancia alguna", asegura Barrio. Ambos personajes han sido polémicos, el Cid es una figura "maldita" desde que el franquismo se adueñó de ella para ensalzar la unidad de España. "Hay pocas fuentes fiables, y ahora los especialistas, en sus últimas investigaciones, están bajando del pedestal de la leyenda al Cid y trazando más sombras que luces en su figura", apunta Cabezuelo, quien cree por el contrario la figura de Jaume I es "vertebral" para los valencianos. Durante este año se han desarrollado congresos internacionales y actividades "bastantes bien coordinadas" desde el Institut d'Estudis Catalans, pero de los que la Generalitat valenciana se ha mantenido al margen y ha optado por "generar su propio modelo ajeno a los demás". Barrio reconoce que quizá desde Cataluña han "convertido la figura de Jaume I en un elemento vertebrador, mientras que Valencia no ha superado la visión regionalista y de campanario en torno a esta figura histórica de proyección internacional".( Noticia publicada en EL PAIS ).

Ara entenem el logo del concurs de figures del "Jaime Primero", realitzat a un centre comercial "25 Ilustradores ilustran y dan lustre al ilustre don jaime", tenim una identitat de falla, feta de paper cartró i buida per dins.