"Alicante pierde competitividad. Es un destino turístico de escasa notoriedad con una imagen poco definida". Es una de las conclusiones del estudio de la actividad turística de la ciudad que se recoge en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante. Y esa imagen poco definida llega a los turistas que ven en otras ciudades ofertas mucho más atractivas.
El PGOU apuesta por reorientar la evolución turística de la ciudad "antes de que sea tarde". Para ello advierte de que la ciudad debe mejorar en infraestructuras y servicios para sus propios ciudadanos porque "si sus residentes viven cómodos en la ciudad, los turistas estarán cómodos". Alertan además de que es necesario actuar sobre el patrimonio cultural, monumental, folclórico y litoral de forma integral y coordinada, "puesto que el turista percibe los servicios de la ciudad de forma conjunta". "Hay que evitar -se recoge en el capítulo dedicado a la actividad turística municipal- que cuando se piense en la playa de San Juan, la Albufereta o Urbanova, no parezca que corresponden a municipios diferentes como ocurre ahora".
Para ello se apuesta por la integración del litoral en la ciudad a través de la creación de paseos peatonales y carriles bicis continuos desde Urbanova a la playa de San Juan. En este sentido además, el PGOU advierte del potencial, abandonado hasta ahora, de la playa del Saladar y apuesta por su desarrollo económico y social como uno de los motores turísticos del futuro de la ciudad, aunque actualmente carece -hacen hincapié- de comercios y oferta lúdica interesante para los potenciales turistas.
Pero el plan contempla mucho más que el sol y playa -que recuerda no obstante que es el principal reclamo turístico de la ciudad además del más consolidado-, y advierte de la necesidad de mejorar el patrimonio cultural, monumental, rural y natural de la ciudad. Propone así la mejora de la señalética en el castillo de Sant Bárbara y el casco histórico, una de las carencias más importantes del centro urbano.
"El Benacantil y la Serra Grossa -reconocen- forman parte del imaginario colectivo, sin embargo su uso turístico apenas alcanza al paseo tranquilo por el castillo que carece de la mínima señalética direccional, o información interna, o de un servicio de guía turística con horario pautado".
La conversión en parque natural con rutas en la Serra Grossa es otra de las propuestas del plan para diversificar la oferta turística cultural de la ciudad. Para la antigua huerta de Alicante se propone la creación de vías peatonales cicloturistas o rodadas de baja intensidad además de la creación de un centro de interpretación del paisaje de la huerta en el propio medio rural.
La amplia oferta de apartamentos turísticos no reglados -apartamentos particulares que se alquilan de forma particular durante los periodos vacaciones- suponen, a la larga, un perjuicio para la ciudad, según se detalla en el documento. Advierten de que no sólo no reportan beneficios para la economía de Alicante sino que además contribuyen a deteriorar los servicios públicos puesto que el aumento de población supera la capacidad de servicios como el consumo de agua potable o la recogida de basuras. "El turista que se aloja en un establecimiento reglado (hoteles y hostales) -señalan- gasta una media de 87,12 euros día, frente a los que lo hacen en viviendas turísticas que gastan 33,70 euros.
El PGOU apuesta por reorientar la evolución turística de la ciudad "antes de que sea tarde". Para ello advierte de que la ciudad debe mejorar en infraestructuras y servicios para sus propios ciudadanos porque "si sus residentes viven cómodos en la ciudad, los turistas estarán cómodos". Alertan además de que es necesario actuar sobre el patrimonio cultural, monumental, folclórico y litoral de forma integral y coordinada, "puesto que el turista percibe los servicios de la ciudad de forma conjunta". "Hay que evitar -se recoge en el capítulo dedicado a la actividad turística municipal- que cuando se piense en la playa de San Juan, la Albufereta o Urbanova, no parezca que corresponden a municipios diferentes como ocurre ahora".
Para ello se apuesta por la integración del litoral en la ciudad a través de la creación de paseos peatonales y carriles bicis continuos desde Urbanova a la playa de San Juan. En este sentido además, el PGOU advierte del potencial, abandonado hasta ahora, de la playa del Saladar y apuesta por su desarrollo económico y social como uno de los motores turísticos del futuro de la ciudad, aunque actualmente carece -hacen hincapié- de comercios y oferta lúdica interesante para los potenciales turistas.
Pero el plan contempla mucho más que el sol y playa -que recuerda no obstante que es el principal reclamo turístico de la ciudad además del más consolidado-, y advierte de la necesidad de mejorar el patrimonio cultural, monumental, rural y natural de la ciudad. Propone así la mejora de la señalética en el castillo de Sant Bárbara y el casco histórico, una de las carencias más importantes del centro urbano.
"El Benacantil y la Serra Grossa -reconocen- forman parte del imaginario colectivo, sin embargo su uso turístico apenas alcanza al paseo tranquilo por el castillo que carece de la mínima señalética direccional, o información interna, o de un servicio de guía turística con horario pautado".
La conversión en parque natural con rutas en la Serra Grossa es otra de las propuestas del plan para diversificar la oferta turística cultural de la ciudad. Para la antigua huerta de Alicante se propone la creación de vías peatonales cicloturistas o rodadas de baja intensidad además de la creación de un centro de interpretación del paisaje de la huerta en el propio medio rural.
La amplia oferta de apartamentos turísticos no reglados -apartamentos particulares que se alquilan de forma particular durante los periodos vacaciones- suponen, a la larga, un perjuicio para la ciudad, según se detalla en el documento. Advierten de que no sólo no reportan beneficios para la economía de Alicante sino que además contribuyen a deteriorar los servicios públicos puesto que el aumento de población supera la capacidad de servicios como el consumo de agua potable o la recogida de basuras. "El turista que se aloja en un establecimiento reglado (hoteles y hostales) -señalan- gasta una media de 87,12 euros día, frente a los que lo hacen en viviendas turísticas que gastan 33,70 euros.
1 comentari:
M'encanta esta noticia! sembla que els tècnics i polítics del PGOU volen potenciar ara elements de la ciutat (serveis, transport, rutes a peu, valorització d'espais naturals, protecció del patrimoni...)que han estat sempre ahí però que fins ara ningú havia pensat que podien fer d'Alacant una ciutat amb major qualitat de vida. És fascinant!i encara més si tenim en compte que la reflexió es fa amb l'únic objectiu d'atraure turistes. Però és millor el fet de que consideren que els apartaments turístics són contraproduents sobretot pq els turistes d'apartaments es gasten menys diners que els que van a un hotel...El que jo dic, extraordinari!
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